Un hombre todos los días llegaba a un bosque muy temprano con su hacha y al cabo de todo el día de trabajo salía con un par de leños rumbo a su casa.
Esto lo observaba todo los días de la semana, los 7 días sin interrupción, un hombre que vivía a la entrada del bosque.
Luego de varios semanas, un día, le pregunto al leñador.
Usted trabaja todos los días, no descansa nunca y su horario de trabajo es muy extenso, ¿le gusto esto así?
Responde el leñador: No, pero necesito vender toda la leña.
Pero Usted ¿hace algo más?, pues después de todo el día de trabajo lo veo salir solo con algunos leños, o ¿deja otros leños en otro sitio?
No, estos son todos los que logro cortar por día.
Fue allí que el hombre que vivía allí le dice, ¿me deja ver su hacha? – observa que esta totalmente desafilada.
Pero mire le dice, debería afilar su hacha y de ese modo podría lograr cortar más leños y solucionar su problema, ¿no?
No señor, yo no tengo tiempo para eso, no ve que tengo todo mi tiempo ocupado trabajando.
Dario Tursarkisian
Fundador de La Universidad del Alma
Investigador histórico – científico – espiritual
Instructor metafísica universal