Denominación: Egipto: Más allá de simples pirámides
Ubicación: Egipto
Descripción
Dentro de nuestro recorrido y exposición de las diversas construcciones con rasgos inexplicables y rodeadas de preguntas sin respuesta, tal como ya lo hemos hecho a lo largo y ancho del planeta, quedan por mostrar los dos grandes exponentes de este mismo género con características de materiales y aspectos similares a otras construcciones ya mencionadas, pero tienen un cúmulo particular de riquezas de todo tipo que las convierten en únicas por diversas razones. Estas dos culturas a las que se les atribuye los mayores logros constructivos en roca son, por un lado, los egipcios con sus pirámides y templos, y por otro, separadas tanto en tiempo como en distancia, las culturas mesoamericanas conocidas como los Olmecas, Mayas, Incas y Aztecas, entre otras.
Pero no es solamente la calidad y cantidad de las construcciones que se encuentran en estos dos trópicos culturales, o su magnitud, lo que les proporciona una diferencia sustancial, sino que estas obras megalíticas están todas claramente identificadas con dos grandes aspectos: la gran tecnología, tanto constructiva como para su supuestas aplicaciones, y una vinculación directa con un aspecto espiritual y divino como nexos entre el hombre y toda forma superior de vida o creación, lo cual deja claramente revelado el contenido o lado espiritual de dichas culturas y construcciones. Todo esto, más un millar de focos puntuales que marcan a los responsables de estas obras, sin siquiera considerar aún quienes fueron, dan lugar a una civilización fuera de tiempo, con un caudal y características bien específicas como una evolución espiritual superior a todo lo conocido.
Egipto
De todo lugar recorrido en busca de construcciones inexplicables, culturas fuera de su tiempo o características generales que plantean serias incógnitas irresolubles, sin duda el sitio más destacado y rico en evidencias es Egipto.
Es de considerar su gran variedad y una muy extensa cantidad de construcciones; aquí es posible encontrar cientos de diversas pirámides a lo largo de 1.300 kilómetros con sus variadas formas y tamaños; templos de todo tipo; momias con los procesos avanzados para dichos logros; trabajos aislados en piedra totalmente inexplicables; una muy extensa documentación de tallados en los mismos templos y rocas con los diversos jeroglíficos; sus múltiples historias de dioses-faraones y hombres; su tecnología para la construcción con roca, superior en muchos casos a la actual, y por sobre todo, la tan extensa búsqueda y práctica de la inmortalidad a través de absolutamente todo lo que rodea al antiguo Egipto, y es quizás aquí mismo donde logremos obtener una de las claves más importantes para poder dar más adelante respuestas a los cientos de interrogantes que se fueron planteando a lo largo de estos capítulos, o mejor dicho, a lo largo de la humanidad.
Pero qué se puede decir o mostrar de Egipto que ya no se haya dicho, pues son miles los volúmenes que ilustran las diversas áreas e investigaciones que intentan abarcar al antiguo Egipto; es posible que las descripciones físicas de los templos así como sus más variadas interpretaciones se expusieran a lo largo de cientos de años de estudio y documentación, pero también es cierto que jamás se ha podido dar respuesta a los misterios e interrogantes que contiene cada una de sus construcciones.
Hay dos aspectos muy importantes de los cuales no se han logrado obtener resultados aceptables, a pesar de todos los estudios realizados: uno es poder mostrar una visión de todo el conjunto de las diversas áreas que componen el mundo del antiguo Egipto, pues lo que se observa en su gran mayoría son descripciones e interpretaciones de algunas de sus construcciones o parte de la historia y mitología documentada en los famosos jeroglíficos, o sea, lograr una perspectiva como un solo conjunto o unidad; y el otro aspecto de muy difícil consecución es poder ordenar el vasto material megalítico junto con las diversas versiones de dioses y faraones para llegar a obtener. entre otras, cosas una cronología, la cual ayudaría en gran medida a responder las grandes preguntas que envuelven a Egipto.
Información histórica
Todo lo que se puede escuchar o saber sobre las miles de investigaciones y estudios realizados sobre las pirámides, es en busca de poder responder las siguientes preguntas: ¿quiénes fueron los mentores o responsables directos de la construcción de las diversas pirámides?, ¿cuándo se llevaron a cabo estas obras imposibles?, ¿cómo?, y fundamentalmente, ¿para qué fueron construidas?. Se las analizó a través de las más diversas áreas de estudio: histórico, científico, filosófico, religioso, místico, energético y otras más.
Estas afanadas búsquedas son relativamente muy próximas a nuestros días, sin duda la primera área fue la histórica en pos de documentos, relatos, construcciones ocultas o el más mínimo tallado o marca que identificara algún nombre o fecha, pero en resumidas cuentas jamás se encontró, hasta la fecha, ningún indicio para poder obtener alguna posible respuesta.
Más tarde comenzaron los análisis matemáticos, fundamentalmente sobre las tres pirámides de Gizeh, tras las mediciones exhaustivas de fines del siglo XIX hechas por William Flinders Petrie, quien tras 50 años de dedicación logró una admirable exactitud. Las mediciones fueron ratificadas más tarde por topógrafos de Egipto, primero analizando las medidas tomadas directamente de la pirámide y luego por relaciones geométricas, y en 1934, James A. Kane, presentó un análisis detallado.
Las averiguaciones siguieron tanto en forma paralela como en trabajos seguidos a estos más la de otros investigadores, las que produjeron miles de investigaciones y exposiciones realizadas sobre dichas piedras en busca de dar respuestas a las iniciales preguntas básicas; se formularon las más intrépidas y especiales teorías, pero el resultado sigue siendo casi el mismo, o para peor con cada nueva investigación y estudio científico-matemático se tomaba mucha mayor conciencia de la envergadura de todo este complejo y por tanto, pasado el tiempo, sólo se deducía que no era posible que esos pobladores de hace 5.000 años y con los medios de esa época pudieran realizar tal logro. Dentro de los últimos estudios científico-matemáticos, avanzados, que incluyeron a la astroarqueología, tenemos los aportes de Rober Bauval y Adam Gilber, quienes quizás continuando las investigaciones de 1964 hechas por A. Badawy, proponen, la teoría de que la orientación de los supuestos cuatro canales de ventilación de la Gran Pirámide tienen una directa configuración con diversas estrellas y constelaciones en el cielo egipcio, que reflejan un desarrollo que en la mitología involucra reyes y dioses, relacionando a estos astros con la inmortalidad de dichos seres.
Características generales
Para comenzar nuestra descripción será necesario mencionar cuáles son las construcciones de relevancia a la que nos referiremos, el por qué de dicha selección, y en general sus ubicaciones. En todo Egipto, desde el Mediterráneo norte hasta el sur, pasando su frontera con el Sudán, más precisamente la región de Alta Nubia, es posible encontrar unas 140 pirámides junto con diversos templos y trabajos megalíticos de variada índole, los cuales se ubican en gran medida a un costado próximo a lo largo del río Nilo. Considerando que las obras más conocidas y a su vez las más estudiadas son las tres pirámides de la meseta de Gizeh (Keops o Gran Pirámide / Kefrén / Micerinos), muchas veces se cree que el conjunto de todas las pirámides a lo largo de Egipto poseen una calidad y tecnología de construcción similar a estas, pero en la realidad hay una división basada en el tipo de edificación que difiere rotundamente de lo que podría creerse a simple vista. Por lo tanto, hay dos grandes grupos inconfundibles, las pirámides atribuidas a la dinastía IV (2700 – 2553 a. C.) y todo el resto, esto se debe a que las primeras poseen una calidad de construcción sorprendente e inigualable con respecto a todo el resto, sumando a ello sus tamaños y el acabado sutil y fino de cada roca, como también la alta tecnología utilizada para sus pulidos, alineación y demás detalles que las tornan inconfundibles; otro detalle que caracteriza a las pirámides de la dinastía IV es que estas no poseen inscripciones de sus supuestos faraones constructores y en cambio sus familiares directos, como el caso de la esposa de Kefrén, tienen sus tumbas talladas y llenas de jeroglíficos, igualmente se aprecia que las pirámides de las dinastías V y VI poseen textos hermosos en sus interiores, pero pésimamente construidas, hasta el punto de que están desmoronadas, por lo tanto, en líneas generales se aprecia que los monumentales trabajos del 2700 al 2500 a. C. se hallan en pie y en buenas condiciones, y en el resto el estado es de deterioro por falta de calidad en la construcción.
Esto resulta realmente sorprendente e inexplicable, que sólo en ese lapso un pueblo supiera hacer obras de tal envergadura con muestras de una alta especialización y experiencia, y antes o después de este tiempo se hayan olvidado, o quién sabe qué fue lo sucedido, para no poder producir ni siquiera construcciones similares, o sea, 20 años antes de Snefru, padre de Keops, los egipcios no sabían construir pirámides y tan sólo 20 años después de Micerinos, supuesto autor de la tercera pirámide mejor construida e hijo de Keops, tampoco sabrían realizar estas obras. Bueno, la pregunta sería: ¿es esto posible?, o ¿cuál podría ser la explicación?. Que un mismo pueblo o cultura sólo en un cierto momento de su historia tengan la capacidad de realizar algo, esto en teoría sería imposible. Las pirámides a que nos referimos son las ubicadas en Gizeh, o sea, las atribuidas a Keops, Kefrén y Micerinos y las dos pirámides del faraón Snefru, fundador de la dinastía IV, en la localidad de Dahsur, o sea, la Pirámide Roja y la Pirámide Encorvada.
Procesos constructivos
En Egipto se tuvieron que trasladar, en una época arcaica, más de 30.000.000 de toneladas de roca (unos 20.000.000 de autos medianos) en apenas 100 años, sin conocer la rueda y con herramientas de madera y cobre, algo que quizás sería imposible en el día de hoy.
Para comenzar con un cierto orden en la descripción de los procesos constructivos que debieron llevar a cabo los arquitectos de las principales pirámides, primero debieron ubicar la cantidad de canteras que proveyeran los millones de toneladas de roca utilizadas en las diversas construcciones, considerando en teoría que las piedras provenían de Asuán, pero no es posible saber si dicha cantera poseía tales cantidades de material. Como paso siguiente se debió cortar la roca viva en bloques y trasladarlos a una distancia aproximada de 600 kilómetros y a su vez cruzar el río Nilo, pues dicha mina se encuentra del otro lado de las construcciones.
Tuvieron que transportar (sólo para la Gran Pirámide) 7.000.000 de toneladas de bloques y jamás se encontró ningún bloque en el lecho del río que accidentalmente hubiera podido caer. Una vez trasladadas las piedras en bruto, tuvieron que tallarlas para conseguir la forma y dimensión para cada ubicación, y darles el acabado superficial con el que están finamente trabajadas. A todo esto, debieron contar con un grupo de expertos arquitectos con sus correspondientes auxiliares, todos capacitados en gran medida para dirigir a más de 100.000 obreros que supuestamente estuvieron involucrados (sólo para la Gran Pirámide) y tener una documentación y coordinación de cada movimiento y disposición de los millones de unidades colocadas cada una casi en estricta posición, por lo tanto, en el proceso constructivo debieron arrastrar y ubicar debidamente bloques de dos a doscientas toneladas de peso uno a uno hasta su ajuste final.
Para completar el acabado final se le adosó, a modo de recubrimiento exterior, lo denominado “el revestimiento”, que son bloques de forma triangular que se insertaban en los escalones exteriores a lo largo y ancho de toda la pirámide, sumando a todo este trabajo quizás lo más dificultoso, la precisión en cuanto a ubicar la pirámide con la orientación de una de sus caras al Norte-Sur geográfico, con un promedio de error de tres minutos de arco, o sea, 0,015% de error (es como decir “perfectas), y sus esquinas con un ángulo recto perfecto, o con errores casi imperceptibles.
Más información
Wikipedia: Más información en Wikipedia
Mapa Orientativo de la 11 Divisiones Gegraficas para el estudio de las Construcciones Imposibles
Dario Tursarkisian
Fundador Universidad del Alma
Investigador histórico – científico – espiritual
Instructor metafísica universal
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