Denominación: Gran Complejo de Gizeh
Ubicación: Egipto, Menfis – Meseta de Gizeh
Complejo General
Complejo General: La Gran Pirámide (Keops), Pirámide Khefren, Pirámide Micerino, Templo del Valle, La Gran Esfinge, Templo de la Esfinge
Antigüeda:
Descripción
La Gran Pirámide (Keops) – Ver (expuesto detalladamente en otro apartado)
Complejo de Kefrén
La segunda pirámide tanto en envergadura como perfección constructiva es la atribuida a Kefrén; esta estructura, muy similar a la Gran Pirámide, tiene en su conjunto una serie de templos de gran porte e importancia, sumados sin duda a una de las construcciones más famosas del mundo y más controvertidas, La Esfinge; ubicada frente a la cara este de la pirámide de Kefrén, a una distancia aproximada de 600 metros, orientado su rostro a la salida del sol. Hacia su frente se encuentra el Templo de la Esfinge y a un lado de este se halla el magnífico Templo del Valle. Todo el conjunto de estas últimas tres construcciones está unido a la pirámide de Kefrén por una calzada muy importante que con una dirección oblicua desemboca en el Templo Mortuorio, el cual se halla frente a la cara este de la pirámide. Siempre se intentó encontrar una función a cada una de estas grandiosas construcciones, tanto como un conjunto armonioso o en forma individual, pero jamás se pudo lograr algún tipo de explicación, al igual que sucedió con la Gran Pirámide y otras tantas construcciones, similares.
Pirámide de Kefrén
Esta pirámide es también una estructura formada con bloques de roca y totalmente maciza, salvo por unos pequeños corredores, pero sin comparación con la Gran Pirámide en cuanto a su interior. Su altura es apenas unos dos metros menor que la de Keops, pero ambas se ven a la vista exterior de igual altura, esto se debe a que la pirámide mayor está en un nivel inferior en la meseta.
Para su acceso posee dos entradas, ambas en la cara norte, una de las mayores incógnitas es que recorren un sector norte-sur, las cuales, después de un pasadizo descendente, y luego ascendente se encuentran ambas en el mismo sitio, que es una única cámara interior; jamás se entendió el sentido de esto.
Esta pirámide nunca alcanzó la perfección técnica y constructiva que su similar; son muchos los investigadores que la relacionan con conocimientos de biología, medicina y ciclos que regulan la evolución de la vida a través de claves numéricas y de otras índoles.
Su construcción está marcada básicamente en dos fases; una primera etapa conformada de varias hiladas inferiores de bloques en la base de la pirámide a una altura de nueve metros, con bloques de 200 toneladas y de una calidad de construcción muy detallada; la segunda, o sea el resto de la pirámide que sigue la construcción sobre ésta base, son bloques mucho más pequeños, de 2 a 3 toneladas, y encajados con menor precisión, de alguna manera pareciera que existieron dos obras en una sola, diferenciadas claramente por el estilo y perfección de los dos conjuntos. La pirámide de Kefrén, también denominada la segunda pirámide, conserva cerca del vértice una parte de su revestimiento original, pues en un principio estaba cubierta totalmente al igual que la Gran Pirámide, pero cuando fueron desmantelando estos bloques exteriores para utilizarlos en otras construcciones, ya en tiempos más modernos, por la fragilidad de la estructura no fue posible quitarle el revestimiento de su cúspide, quedando esta muestra hasta la actualidad.
Templo del Valle
Este templo originariamente se suponía que era de la prehistoria egipcia. Esta creencia cambió cuando se encontraron estatuas enterradas de Kefrén, las cuales dieron el apoyo a los egiptólogos para cambiar el concepto original y atribuirlo a dicho faraón; aquí es muy posible que sucediera lo que se acostumbraba por entonces, que era apropiarse de templos ya existentes y considerarlos propios.
Fue construido en dos etapas, la primera con bloques de caliza hoy erosionados por la acción del agua y la segunda es una restauración con losas de granito, evidenciándose claramente dos épocas bien diferentes y alejadas en el tiempo; claro que el desgaste producido por el agua debió de ser en épocas muy remotas pues no se conocen lluvias o crecidas del río dentro del período histórico egipcio, o sea, desde el 4000 a. C. hasta hoy, por lo que se debería estimar una fecha tentativa según los expertos en no antes del 6000 a. C.
Con forma cuadrada de 45 metros de lado, se destaca la ausencia de inscripciones o marcas identificatorias, coincidiendo esta característica con las pirámides de la meseta de Gizeh y el templo de Osireion en Abydos. Su formación es de grandes bloques de roca caliza que van desde unos 2,5 metros hasta 9 de altura, 5 metros de largo y 3 metros de ancho, con muchos bloques de 200 toneladas de peso.
Es aquí donde el conjunto de rocas queda ensamblado como un rompecabezas de formas y ángulos diversos, muy similar a las construcciones de Mesoamérica, más precisamente en Sacsayhuaman.
Su entrada tiene 13 metros de altura con losas de revestimiento de hasta 80 toneladas de peso y su interior es un laberinto imponente de bloques y finos acabados.
Un largo y elegante corredor desemboca en un recinto en forma de T, el cual en su parte más larga es un conjunto de columnas de unos 4,5 metros de altura con otras vigas de granito apoyadas sobre estas; otro lado de la T también posee las mismas características. Todo el conjunto es un increíble espectáculo de arquitectura gigantesca, del cual no es posible saber qué función cumplía; según los egipcios tenía una relación con las prácticas para la inmortalidad.
Pirámide de Micerino (Menkaure)
Se le atribuye la construcción de esta tercera pirámide a Micerinos, pero muy poco o nada se sabe de sus constructores; esta pirámide se diferencia en gran medida por estar originariamente recubierta en sus caras externas por granito rojo traído desde Asuán, con un alto contenido de cuarzo, siendo única en su tipo, pero su técnica de construcción es de igual misterio que las otras dos; siempre se la relacionó como un camino inicial de espiritualidad simbolizando la purificación.
El cuarto rey de la dinastía IV, Men-Kau-Ra, era denominado por los griegos Micerinos; y se le atribuye la construcción de la tercera pirámide de Gizeh, fundamentalmente por Heródoto, quien decía que este faraón estaba enterrado allí, pero Manetón afirmaba que fue Nicrotis, reina de la dinastía VI, lo cual que hasta hoy no ha podido saberse. Fue el coronel Howard Vyse quien halló el sarcófago de Micerinos en su interior construido en basalto y con 2,60 metros de largo por 1 metro de ancho y 0,83 de alto, por desgracia este sarcófago jamás pudo ser abierto y saber qué contenía, pues Vyse nunca lo abrió y así cerrado lo envió por mar hacia Inglaterra, pero el barco jamás llegó ya que naufragó en las costas de Cartagena.
Lo que sí resulta llamativo y sospechoso es que pudiendo utilizarse una roca como el granito, este faraón haya decidido usar el basalto, y se considera que el ataúd fue colocado dentro de la pirámide en épocas muy posteriores.
Junto a la pirámide se halla un templo auxiliar con esculturas de la esposa de Micerinos, lo desconcertante aquí es que por un lado se encuentran bloques de 200 toneladas y por otro hay una ampliación del recinto con ladrillos de adobe. Detalles como este, que se aparecen muy a menudo a lo largo de las construcciones, muestran sin lugar a errores que existieron en muchos sitios dos culturas y dos tecnologías totalmente diferentes, salvo que por una razón totalmente desconocida e inimaginable estas dos civilizaciones bien diferentes, y con un grado de evolución tanto tecnológico como cultural abismalmente incomparables, hayan convivido en un lugar geográfico y en un mismo tiempo, situación que no es posible entender aún como pudo suceder.
La Gran Esfinge
Ya por tradición y por conceptos de investigación antiguos se colocó a la Esfinge como una construcción de la dinastía IV, pero las pruebas que lograrían adjudicar esta gigantesca escultura monolítica a Kefrén son casi inexistentes.
Paralelamente a las investigaciones también se encontraban otros estudios que la databan con una antigüedad muy superior; pero recientemente dos dedicados investigadores formularon y presentaron pruebas muy claras que trasladaban la antigüedad de la Esfinge a no menos del 6000 a. C.
John West, investigador y estudioso de la cultura y las diversas construcciones egipcias, presentó su tesis, con la cual, basado en el tipo y profundidad de la erosión en la roca misma de la Esfinge, lograba exponer claramente que esta debió ser construida con anterioridad a la época del reinado de Kefrén; sumado a su trabajo están los aportes del profesor Robert Schoch, geólogo de la Universidad de Boston y especialista en erosión sobre la roca.
La base de la investigación de West era poder demostrar que la erosión que se observaba claramente en el cuerpo de la Esfinge y no en su cabeza, fue producida por el agua y no, como se creyó, por efecto de la arena y el viento.
Claro que lo más controvertido de todo esto es que en dicha zona de Egipto no llovió lo suficiente para producir tales erosiones antes del 10000 a. C., por lo tanto debió de ser construida anteriormente a esta fecha.
Había dos puntos claros que consolidaban esta teoría: uno, el hecho de que si se consideraba su construcción en el 2500 a. C. el viento no pudo jamás producir tal desgaste, ya que la mayor parte del tiempo desde el 2500 a. C. hasta el 1200 d. C., época en que se desenterró, estuvo sumergida por las arenas, cubierta casi en su totalidad, con lo cual quedaba protegida por el mismo desierto, a su vez, las demás construcciones de esas épocas debieron sufrir los mismos castigos y tener un deterioro similar, y esto no es así; por lo tanto, sólo queda pensar que la antigüedad de la esfinge debió ser mucho mayor. Y el segundo punto era la típica característica de la erosión, es decir, los surcos muy profundos y contorneados con claras huellas fluviales y no del efecto abrasivo del aire y la arena, fue en este aspecto donde la intervención de Schoch fue crucial; él explicó en el congreso de la Sociedad Americana de Geología de 1992 que tanto el cuerpo de la Esfinge como los muros que rodean a la zanja en la que está excavada, están erosionados por miles de años de intensa lluvia, lo que produjo surcos en algún sitio de hasta dos metros de profundidad y una ondulación característica; Schoch sitúa la fecha de construcción entre el 5000 a. C. y 7000 a. C. como valores mínimos.
Pero si se aceptara que la erosión fue por agua, esta debió ser anterior al 10000 a. C., y aparecería un problema mayor y casi irresoluble que sería: ¿quiénes la construyeron?, pues como ya vimos no existían pobladores capaces de hacer esto en esas fechas.
Templo de la Esfinge
Ubicado frente a dicho monumento, tiene una erosión y deterioro mucho mayores que el resto de las construcciones, y al igual que el Templo del Valle se observan claramente las huellas dejadas por el agua, marcas muy similares al Templo Mortuorio de Kefrén situado frente a la segunda pirámide, hoy casi totalmente destruido.
Más información
Wikipedia: Más información en Wikipedia
Gran Piramide – Keops – Khefrén – Micerino – La Gran Esfinge – Templo del Valle
YouTube:
Mapa Orientativo de la 11 Divisiones Gegraficas para el estudio de las Construcciones Imposibles
Dario Tursarkisian
Fundador Universidad del Alma
Investigador histórico – científico – espiritual
Instructor metafísica universal
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